En Chinchón, entre olivares, cigarras y viejas paredes de ladrillo, un antiguo matadero ha vuelto a la vida. Pero esta vez no lo mueve el comercio, sino la imaginación. Donde antes se curtían pieles, ahora se prototipan ideas. Donde había ruido de herramientas, ahora se escucha el zumbido de impresoras 3D, el pulso de sensores y el murmullo de equipos que trabajan para transformar el futuro del campo madrileño. Así late Los Mad Rural Lab.

Un laboratorio para repensar el mundo rural
Los Mad Rural Lab nace como una iniciativa del Grupo de Acción Local ARACOVE, dentro de la red Madrid Rural Lab, impulsada por la Comunidad de Madrid para promover la innovación en los territorios rurales. La red está formada también por los laboratorios de Sierra Oeste y GALSINMA, creando un triángulo de experimentación y colaboración que conecta innovación, sostenibilidad y territorio.
Desde Emprendiciencia hemos acompañado este proceso con el mismo espíritu que nos mueve en cada proyecto: convertir la tecnología en una herramienta útil para las personas y los pueblos. Participamos en la conceptualización y desarrollo del espacio, aportando nuestra experiencia en transformación digital, inteligencia artificial, fabricación digital y economía social, y ayudando a construir una comunidad abierta de experimentación donde los habitantes del medio rural puedan imaginar, crear y transformar.
Objetivos: activar el talento rural y conectar innovación con territorio
Los Mad Rural Lab nace con una serie de objetivos que lo convierten en mucho más que un espacio físico:
- Fomentar la innovación rural, impulsando proyectos que generen nuevas oportunidades económicas y sociales en los municipios de las comarcas de los Grupos de Acción Local de la Comunidad de Madrid.
- Ofrecer un espacio de experimentación tecnológica, donde se puedan probar soluciones digitales aplicadas al territorio, desde sensorización ambiental hasta prototipado de productos locales.
- Conectar el conocimiento urbano con el rural, generando alianzas entre universidades, empresas tecnológicas y agentes locales.
- Formar y acompañar a emprendedores rurales, potenciando competencias digitales, creativas y sostenibles vinculadas a la Cuarta Revolución Industrial.
- Promover una cultura de cooperación y comunidad, donde los proyectos se construyen de forma compartida, tejiendo redes entre entidades públicas, ciudadanía y tejido productivo local.

Este laboratorio no solo busca innovar en el campo, sino con el campo. Su meta es convertir el territorio rural en un espacio de futuro, donde la tradición y la tecnología dialoguen en igualdad.
Un espacio vivo con alma digital
El antiguo matadero de Chinchón, rehabilitado y adaptado, se ha convertido en un espacio singular que conserva su esencia rural pero respira innovación. En su interior, los visitantes descubren una combinación de talleres abiertos y zonas de experimentación digital que permiten a cualquiera —desde estudiantes hasta agricultores, artesanos o emprendedores— aprender y crear.
Entre su equipamiento destacan:
- Zona de Fabricación Digital, con impresoras 3D de última generación, cortadora láser, fresadora CNC y plotter de vinilo, donde se desarrollan prototipos, diseños y maquetas.
- Laboratorio de Electrónica y Sensores, con estaciones de trabajo equipadas con kits de Arduino, Micro:bit, sensores LoRaWAN y componentes de automatización.
- Espacio Maker y aula formativa, para talleres STEAM, cursos de creatividad tecnológica y actividades con centros educativos.
- Zona de trabajo colaborativo, diseñada para reuniones, coworking y sesiones de ideación colectiva.
- Área de demostración y experimentación rural, donde se testean soluciones aplicadas a la agricultura inteligente, la gestión de recursos y la digitalización del territorio.

Cada rincón del laboratorio está pensado para aprender haciendo. Para experimentar sin miedo al error. Para que el mundo rural deje de ser receptor pasivo de tecnología y se convierta en su creador.
Innovar sin perder las raíces
El espíritu de Los Mad Rural Lab se resume en una idea poderosa: la innovación no tiene por qué nacer en un garaje de Silicon Valley, también puede hacerlo bajo el cielo abierto de Chinchón. Aquí la tierra, la historia y la tecnología se funden para generar soluciones reales, sostenibles y con identidad local.
Desde Emprendiciencia, seguimos comprometidos con esta visión: acompañar a los territorios en su transformación digital sin que pierdan su esencia humana. Porque la verdadera innovación rural no consiste solo en llevar tecnología al campo, sino en poner el conocimiento al servicio de las personas que lo habitan.
Los Mad Rural Lab es, en definitiva, una puerta abierta a un futuro rural inteligente, colaborativo y sostenible. Un lugar donde los pueblos madrileños no solo se adaptan al cambio, sino que lo lideran.





